"No estamos en el horario adecuado, Dulce Amor es para toda la familia"


A cuatro días de empezado este 2012, la vida volvió a golpear fuerte a María Valenzuela y su familia. Juan Carlos "Pichuqui" Mendizábal, su ex marido y padre de sus tres hijos Malena (28), Julián (22) y Juan (20), falleció a los 61 años, tras luchar contra un cáncer de hígado.
Con gran entereza, María hizo sólo un pequeño parate en las grabaciones de Dulce Amor que comenzó sólo unos días después, el 23 de enero. Su personaje, Elena Bandi requería el máximo de su atención y Valenzuela hizo lo imposible por conseguirlo. Seis meses después, con el objetivo cumplido, el éxito en sus manos y una excelente repercusión del público, la actriz charló en exclusiva con Ciudad.com.
"Con respecto al horario hay quejas. Dulce Amor reúne a la familia, hay chicos que van al colegio y quieren verla y así sólo pueden los viernes... Habría que ser un poquito más puntuales y fieles con el público".
-¿Cómo estás viviendo Dulce Amor?
-Estoy muy contenta porque nos acompaña el éxito, estamos de pie, heroicos y felices. El grupete es bárbaro. Creo que superó las expectativas, sabíamos que íbamos contra un monstruo del ráting como es Marcelo Tinelli y la estamos pasando muy bien.
-¿Sentís que les afecta el cambio de horario, ya que ahora están comenzando después de las 23?
-Yo miro la novela, me gusta verla, me divierte, me entretiene, objetivamente lo digo. Con respecto al horario hay quejas, pero contra eso no podemos hacer nada. Porque lo que tiene Dulce Amor es que reúne a la familia, hay chicos que van al colegio y quieren verla y sólo la pueden mirar los viernes... Habría que ser un poquito más puntuales y serle fiel al público que nos viene siguiendo hace seis meses, creo que no estamos en el horario adecuado teniendo en cuenta que es para toda la familia.
-¿Quién es Elena Bandi para vos?
-Este personaje de Elena Bandi me saca de los bajones y de los malos momentos, es muy distinta a los que he hecho, me la jugué y me salió bien. Estoy muy contenta.
"Engordé un poco aunque no se note. Pero es como que dejó de importarme la comida. Puede pasar un día y me olvidé de comer, entonces me lo recuerdan mis hijos, que me calientan un plato y me lo traen a la cama. Si fuera por mí no comería...".
-¿Cómo estás después del fallecimiento de Pichuqui Mendizábal?
-Estoy más recuperada, engordé un poco más aunque no se note. Lo que yo veo por cámara es que el semblante es distinto, mi cara está más relajada, no tan calavérica, el tiempo no hay que apurarlo y con el tiempo viene la resignación. Sigo poniendo la mejilla, ya las tengo todas coloradas, no es rubor es de los cachetazos que recibo, pero dicen que Dios no te pone cosas en el camino que no puedas soportar, la vida continúa, como la película de Sandro.
-¿Tenés tus altibajos?
-¡Obvio! Tengo mis bajones, yo sostengo a mis hijos y ellos me sostienen y me contienen a mí, nos realimentamos. Si tengo un bajón lo expreso, no lo oculto y tengo un mimo, una caricia, una palabra de parte de ellos.
-Se te ve muy flaca, ¿no comés o sí lo hacés y no podés engordar?
-Es como que dejó de importarme la comida, puede pasar un día y me olvidé de comer y me lo recuerdan mis hijos, que me calientan un plato y me lo traen a la cama, si fuera por mí no comería...
-¿Cómo te gustaría que termine este año difícil en lo personal y exitoso en lo profesional?
-Me gustaría que termine bien, la vida es sorpresiva... Que estemos todos bien de salud, que se nos dibuje una sonrisa aunque las lágrimas también están y forman parte de la vida.
Ciudad.com

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